El 1 de enero es el momento de desempolvar esa lista de resoluciones de dieta que creaste el año pasado (y tal vez el año antepasado), y prometer una vez más que vas a enfrentar los cambios. Es natural ver el nuevo año como el momento perfecto para volver a empezar. Es el momento de promesas y esperanzas. Prometemos que vamos a comer saludablemente y ponernos en forma, y esperamos poder cumplir nuestras resoluciones. Pero por lo general no lo hacemos. Muchas veces es porque nuestra lista de cosas para hacer respecto a nuestra dieta y estilo de vida es demasiado larga, y es demasiado difícil hacer tantos cambios a la misma vez. Somos criaturas de hábito, y toma tiempo hacer que un hábito se convierta en parte de nuestra rutina.  

Resoluciones de dieta para el año nuevo – un paso a la vez

Haz cambios pequeños cada mes

Te tengo una sugerencia. Haz esa lista de cosas que tienes que hacer, pero no trates de hacer todos los cambios a la vez. Es más, te sugiero que solo lidies con tres cambios pequeños en enero, tres más en febrero, tres más en marzo, y así hasta el fin de año. Este es el motivo: si trabajas para implementar tres hábitos nuevos cada mes, no te sentirás abrumado tratando de enfocarte en tantas cosas a la misma vez. Al finalizar el mes, los tres nuevos hábitos serán parte de tu rutina, y estarás listo para otros tres cambios el siguiente mes.  

Mantén tus resoluciones de dieta todo el año

Supongamos que esos tres cambios que hiciste en enero reducen 100 calorías diarias de tu dieta. Puede que no te parezca mucho, pero digamos que lo mismo sucede en febrero, marzo, abril y mayo. Durante los primeros cinco meses del año les has hecho un total de 15 cambios pequeños y duraderos a tus hábitos alimenticios, y ahora consumes 500 calorías menos al día – lo suficiente para perder una libra a la semana.

Piensa en qué te gustaría trabajar primero. Puede que primero quieras reducir tu consumo de grasa o azúcar. Puede que tus porciones sean demasiado grandes, o no consumes suficientes frutas o vegetales. Puede que seas alguien que come dependiendo de su estado emocional y necesitas mejorar ese aspecto. Entonces, determina las tres cosas que esperas atacar en enero y ponte a trabajar.

Tres cambios pequeños a tu dieta mensualmente

Supongamos que quieres reducir tu consumo de azúcar. Tu resolución de dieta para enero podría ser:

  • Comeré frutas en vez de galletas a la hora del postre
  • Voy a reducir mi consumo de gaseosas por la mitad
  • Voy a cambiar mi yogur endulzado por yogur natural

Puede ser que consumir demasiada grasa sea tu problema. En ese caso, tu resolución de dieta para enero podría ser:

  • En vez de comerme papas fritas o chips en el almuerzo, me comeré una ensalada pequeña
  • Voy a cambiar el aderezo regular de ensalada por un aderezo bajo en grasa
  • Me prepararé el café con leche sin grasa en vez de leche entera

Si controlar las porciones es tu problema, entonces tu resolución de dieta para enero podría ser:

  • Voy a utilizar platos pequeños cuando como en casa para controlar el tamaño de mis porciones
  • Cuando salga a comer le pediré al mesero que me empaque la mitad de la comida para llevármela a casa, y que me sirva el resto
  • Pesaré y mediré las porciones de mis comidas un par de veces por semana para asegurarme de que estoy en el camino correcto

Puede ser que este sea el año en el que uses un enfoque diferente para tus resoluciones de dieta. Haz algunos cambios, adáptalos durante un mes, y aumenta esos cambios de mes a mes. Es verdad, este no es el cambio drástico a tu dieta que siempre intentas hacer cada enero (y que abandonas en febrero), pero no tienes nada que perder.